Encantamiento.-
(del latín encantamentum)
1. m. Hechizo logrado por medio del canto.
"Alma llora, tú llora sin decir adiós, llora hasta llenar la grieta que se abre al marchar..." (Letra de la canción Frontera) "Visitad su Myspace. Han publicado un blog donde lo dicen... bueno, lo dice Pablo…“
“Pasaros por el Myspace porque Pablo está colgando caras B y rarezas para despedirse...”
"Pongamos que es diciembre en la mañana", así comienza la letra del tema
Laberinto. Y fue un sábado de diciembre por la mañana, a sólo diez días para la navidad de 2007, cuando se dio a conocer la noticia. Fue a través de una escueta nota publicada en la
página del grupo en MySpace. “Os escribo para daros una mala noticia” —rezaba el comunicado firmado por Pablo Cebrián— “Fábula desaparece de manera indefinida e irrevocable” —sentenciaba. “He intentado desde hace mucho tiempo que esto no pasara, pero todo tiene un limite y os aseguro que hay situaciones que son insostenibles” —añadía de forma contundente. "Ojalá en un futuro se den las circunstancias para volver pero ahora es imposible" —explicaba. "Esta ha sido una de las decisiones mas difíciles que he tenido que tomar pero estoy seguro de que es la correcta” —reconocía Pablo, aportando así una leve pista sobre la posible unilateralidad de semejante decisión. “Un abrazo fuerte a todos, os quiere. Pablo” —concluía.
Para los seguidores del grupo Fábula -toda una revelación en el panorama musical español desde su lanzamiento en 2005– aquel comunicado significó un duro golpe que los dejó completamente atónitos. Las reacciones no se hicieron esperar. A medida que la
noticia se fue propagando por los
foros musicales de Internet -el territorio donde sus canciones habían ido calando de forma espontánea- los comentarios unánimes de sorpresa y disgusto se multiplicaron en cuestión de horas. La estupefacción por la despedida dio paso a toda clase de especulaciones sobre los motivos que pudieran haberla causado. Es cierto que Fábula no había conseguido triunfar pero no es menos cierto que su música ganaba adeptos cada día. Bastaba con escuchar alguno de sus temas para darse cuenta de que se trataba de una banda con un concepto musical diferente a todo lo demás que uno podía escuchar en España, con ese sonido lánguido y esas letras amargas. “Es una gran lástima que estos chicos se separen” —escribió alguien en Youtube tras conocer la noticia—. “Espero realmente que se trate de un bache temporal y que sigan juntos, porque Fábula es un proyecto tan mágico y cálido que no puede quedarse en dos discos tan solo, aunque ya sabemos que en los tiempos que corren, quienes merecen la pena de verdad son vilmente infravalorados.” —declaraba—.
Pero, ¿qué es lo que había sucedido?, ¿por qué se habían separado? Seis meses después de la salida al mercado de su segundo álbum, la ruptura parecía algo improbable, sin embargo la procesión debía de ir por dentro. Iván y Pablo se separaban en diciembre de 2007, sin aviso previo, sin un concierto de despedida, sin que sus seguidores hubieran tenido tiempo de encajar esa inamovible decisión, con la que ambos arrancaban de cuajo del panorama nacional sus grandes posibilidades como conjunto musical, llevándose con ellos la llave de una sonoridad universal que no tuvo suerte en su empeño de llegar al público de masas. Seguramente ellos se habían dado entre sí suficientes oportunidades para arreglar lo que al parecer no tenía arreglo. Sin embargo sus seguidores, confiados en que la banda gozaba de un brillante porvenir, permanecían ajenos a semejante inestabilidad interna. "Qué pena que se separaron, perdí la oportunidad de verlos en concierto... y ya nunca volverá" —era una queja generalizada en la red—. Sus videos aún permanecen colgados en YouTube, adornados por docenas de comentarios de aliento, de pena, de estupor. Sus dos álbumes, que ya no figuran en el catálogo online de Warner, se resarcen de su escasa distribución gracias al trasiego de descargas p2p. Y las elogiadas letras de sus canciones pueblan distintas páginas de internet, como pequeños tesoros de la poesía contemporánea. Antes de separarse, Iván y Pablo tuvieron tiempo de dejar un enorme legado, una colección de canciones repletas de poesía y musicalidad, una obra dotada de vida propia que sigue cumpliendo con tino su cometido de atrapar entre sus redes a todo aquel que se cruza en su camino.
“Recuerdo cuando salía de fiesta por La Laguna” —recordaba un seguidor del grupo— “y me cruzaba con Iván Mur, el vocalista. Y nos íbamos a tomar unas copas y siempre hablando de música y de como Pablo trabajaba de Dj en un pub y casi siempre al verme ponía el tema Roxanne, jaja”.
Para entender el fenómeno del grupo Fábula conviene situarse en el contexto geográfico en el cual vio la luz. Y
todo nació en la ciudad de La Laguna, en Tenerife. La Laguna es la ciudad universitaria de Canarias. El ambiente cultural marca el pulso de sus calles milenarias y el bullicio se adueña de la noche en el "cuadrilátero", la zona de marcha siempre atestada de estudiantes, de rockeros, de poetas, de músicos de jazz., de artístas plásticos. En ese escenario nació un pequeño conjunto de pop-rock. No tenían demasiadas pretensiones ni tenían prisa por llegar a ninguna parte, sólo querían hacer las cosas a su manera. Empezaron tocando en garajes, luego en locales de copas y con el tiempo dieron el salto a Madrid y publicaron dos álbumes. Pero lo que se dice triunfar, no llegaron a triunfar nunca ni se convirtieron en un fenómeno de masas. Y sin embargo, hicieron leyenda.
Pablo Cebrián (nacido en Tenerife) e Iván Mur (nacido en Madrid, criado en Caracas y afincado en La Laguna) comenzaron a componer juntos allá por el año 1998. “Nosotros tocábamos en distintos grupos” —explica Pablo en una entrevista— “y coincidimos en un tributo a Pink Floyd. Iván tocaba el teclado y yo la guitarra. A partir de ahí empezamos a quedar, y un año y medio después creamos nuestra sociedad”. Fábula surge de esa química entre dos personalidades creativas muy distintas que confluyen en un objetivo común. “Veníamos de una riqueza musical dispar, porque Pablo venía de otras bandas y yo de mi mundo musical” —expone Iván— “y esa unión hacía que prácticamente sin mirarnos hubiese lenguaje musical e improvisación musical”. El dúo reconoce toda clase de influencias. En sus temas resuenan ecos del rock anglosajón (Radio Head, Jeff Buckley, Coldplay, Muse), del rock argentino (Fito Páez, Soda Stereo, Spinetta) y del rock nacional (Héroes del Silencio, Radio Futura). “Iván por ejemplo” —dice Pablo— “traía y me lo inyectó a mí un bagaje musical del rock argentino y ese tipo de canciones y melodías muy a lo Beatles. Y era una cosa que me sorprendía mucho, y eso que yo en el rock estaba muy curtido porque llevaba haciéndolo mucho tiempo”. El común afán perfeccionista les llevó a tomarse su tiempo para componer y afianzar un estilo propio. “Nos encerramos en una montaña un año y pico haciendo canciones, canciones, canciones…” —recuerda Pablo—. Pasaron los años, hicieron maquetas, actuaron en Tenerife y así fueron rodando el proyecto musical. Pero no fue hasta 1994 cuando decidieron dar el salto a Madrid. Una de sus muy trabajadas maquetas llegó a manos de Vicente Mañón, quien luego sería manager de la banda, quien se mostró sorprendido por la calidad de la producción y en menos de dos meses logró el interés de Warner Music, que dio luz verde a la publicación de un primer álbum. “La gente flipó por el hecho de que no nos hubiéramos dado a conocer, sin embargo, nuestra filosofía, no sé por qué, era hacer canciones hasta que nos dimos cuenta que teníamos cincuenta”. Tras años de paciencia y esmero, ambos sabían que estaban preparados para asumir el reto de presentarse a lo grande. Era algo con lo que habían soñado a lo largo de los siete años de intenso trabajo. Estaban listos para un debut sorprendente.
En enero de 2005 Fábula dio a luz “Círculo Vital” (Warner Music) bajo la producción musical asociada de
Ismael Guijarro y grabado enteramente en Madrid en los estudios Cincomas Music, PKO y Sintonía. Guijarro, guitarrista y productor sevillano, permanecería desde ese momento ligado al destino de Fábula, realizando un trabajo muy eficiente en la sombra. “Círculo Vital” es en sí un recopilatorio de “grandes éxitos” de los años de rodaje del grupo. El álbum constaba de 14 temas, todos ellos muy cuidados, de entrada fácil y a la vez complejos, canciones que se mueven por la delgada línea que separa a luz de la oscuridad, con letras muy precisas que reflejan un existencialismo de evocación onírica, textos que hablan más de lo que fue que de lo que es o lo que será (como
Despertar), poesía urbana capaz de lograr la identificación del oyente, donde Iván y Pablo se rodean de Marcelo Fuentes (bajo), Marcelo Novati (batería) y Jesús Hita (Guitarra). El resultado artístico es ejemplar: está lleno de amargas melodías, con una instrumentación copiosa y unos arreglos preciosistas, conformando un lenguaje muy elaborado como antes no se había visto en el pop-rock español. Hay un algo, un valor añadido en el sonido de Fábula que lo hace especial, como si su música conectase con las fibras menos exploradas de nuestro oído para instalarse en un lugar escogido de nuestra memoria.
“Lo sorprendente de Fábula es que te sorprenden” —escribía un crítico a propósito de Circulo Vital—. “Pocos artistas irrumpen en el mercado con una colección de canciones tan mágicas, diferentes y sorprendentes. 14 canciones llenas de lirismo, con una instrumentación lujosa y envuelta en un halo de misterio. Su primer single Perdón está causando sensación en todas las radios y pronto su directo impactará a toda España. Círculo Vital está destinado a ser uno de los discos más importantes del año y Fábula son ese grupo que hace una música diferente y especial que todos estábamos esperando. Sin duda, uno de los discos de 2005". Además de
Perdón, el álbum contenía otro tema con mucho tirón -
La Cal- cuya letra caló muy hondo entre los fans del grupo: "Soy como la cal para la arena, un lobo de mar con la luna llena, si la nada acecha allí estoy yo, si me esperas nunca llego". Sin embargo, los resortes más indicativos del mágico sonido de Fábula se revelaban en el tema
Destino, donde Iván Mur exhibe con vigor pinceladas del poderío escénico que le caracteriza como el gran vocalista que es, como se puede comprobar en esta actuación de 2005 en el programa de la 2 de TVE,
Los conciertos de Radio 3.
Y el premio a esta singularidad no tardaría en llegar: los chicos de Fábula fueron elegidos por
R.E.M. (que habían escuchado su disco) como
teloneros de sus cuatro conciertos en España de presentación de Around the Sun, programados para mayo de 2005. "Para nosotros entrar en su escenario fue una invitación brutal" —recuerdan Iván y Pablo— "aprendimos mucho de como afrontar grandes retos como es tocar delante de 30.000 personas". El mismo Michael Stipe pidió aplausos para ellos en todas las actuaciones y les dio las gracias ante el público de Zaragoza. Aquello significó un reconocimiento a la universalidad del sonido de Fábula. Ese mismo año escribieron
Signos, el hermoso tema principal de la película
Oculto, -un thriller psicológico de Antonio Hernández sobre la desorientación sentimental de las parejas- que fue grabado por la Orquesta Sinfónica de Madrid bajo la dirección de Joan Albert Amargós. El diario El País se hace eco de la canción, calificándola como una de las obras más bellas escritas para una película del cine español.
Si Fábula es la suma de dos sensibilidades musicales que convergen en un territorio común, entonces Pablo representaría la parte más cerebral e Iván la parte más visceral del proyecto. Esto naturalmente trasluce en las composiciones de la misma manera que se deja ver en escena. A Pablo lo descubrimos detrás de los sonidos, de lo arreglos y de la técnica de producción; Iván pone rostro al discurso musical, encargándose de vender el producto con solvencia. Pablo Cebrián toca la guitarra, el bajo, los teclados y se encarga de las programaciones; e Iván Mur lleva la voz cantante, si bien también toca guitarras y teclados. Por tanto en Fábula confluyen el talento creativo y técnico de Pablo con el personalísimo sello vocal y la garra interpretativa de Iván. El uno tal vez más discreto, cerebral y equilibrado, siempre más en segundo plano, y el otro más en primera línea, tremendamente sensual, temperamental y díscolo. "Iván no se deja nada para otro día cuando está sobre el escenario" —explica Pablo a propósito de las cualidades de su compañero. "Estoy enamorada de la voz de Iván Mur", declaraba entusiasmada
una admiradora.
El 20 de marzo de 2007 salía a la venta
Crisálida, el segundo y muy esperado álbum de Fábula. Esta vez Iván y Pablo se habían tomado dos años para la gestación, un periodo más ajustado a los cánones de producción para una banda que pugnaba por hacerse un hueco en el mercado. Y
Crisálida denotaba ante todo madurez, era un trabajo más acústico que el anterior, dando relevancia al aspecto más íntimo de Fábula sin dejar de ser fiel a los cánones característicos del dúo canario: letras alegóricas arropadas por entramados sonoros recurrentes en los que predomina la tonalidad menor. En palabras de Pablo: "este álbum simboliza la evolución, la metamorfosis, la portada refleja una mariposa que alberga en su centro restos de la crisálida, nosotros hemos madurado y aprendido en este tiempo, pero nos gustaría poder preservar una parte inocente, siempre necesaria en cualquier creación". En su primera semana de lanzamiento,
Crisálida no logró colocarse en la lista de los 100 álbumes más vendidos. Sin embargo, es algo que a Pablo no le sorprende en absoluto: "Creo que en España, a diferencia de otros países como Reino Unido, no hay un sitio claro para nuestra música, somos demasiado raros para los canales comerciales y demasiado melódicos para los canales underground, no encajamos en festivales tipo 40 principales ni tampoco en Benicassim, según sus organizadores, claro". Y da un paso más para lanzar un mensaje esclarecedor: "Si en todos sitios fuera así, grupos como Oasis, Blur, Coldplay o Radiohead no hubieran salido nunca".
La presentación del segundo trabajo estuvo arropada por otra gira que constaba de una veintena de recitales. Parte de mí, una balada llena de sensibilidad con una letra certera, sería el primer single. Para su lanzamiento se realizó un vídeo muy cuidado, con animaciones digitales basadas en las creaciones artísticas del artista multidisciplinar José Luis Serzo -amigo de la infancia de Pablo Cebrián, con quien compartió grupo como baterista- y a la postre encargado de todo el diseño gráfico de este segundo álbum. Para explicar dicha colaboración Pablo recuerda que el pintor refleja un universo que les es afin y establece un paralelismo entre las trayectorias a contracorriente de Serzo y de Fábula. Con esta puesta en escena, Warner quiso colocar a Fábula en las radiofórmulas, algo que al grupo no pareció convencerle demasiado. "Para nosotros todos los temas podían ser single, no fue una decisión nuestra" —afirman—, "defendemos la frase que dice que si no quieres que un tema sea single, no lo presentes a la compañía".
A algunos de sus fans esta decisión les creó dudas, pues echaron de menos el sonido más underground del primer álbum, que aquí parecía dar paso a un mayor convencionalismo, así que tuvieron que hacerse con el álbum y escarbar en él para que saliera lo que esperaban de Fábula, algo que también estaba en este trabajo, sólo que adaptado a la nueva realidad mercadotécnica de acuerdo con las exigencias de la discográfica. El último recital de Fábula tuvo lugar en la Sala Costello de Madrid el 23 de junio de 2007. Nada hacía presagiar lo que luego sucedería.
Fábula: Parte de mí - Letra
Una década después de iniciar su andadura, Pablo e Iván se separaban con la misma discreción de la que hicieron gala siempre, sin hacerse notar, dejando una honda huella en lo musical y algunos rastros en internet de su corta andadura. "Y ahora Soledad, ¿a qué jugarás?"—se preguntaba
una seguidora— "ahora que se han evaporado por cuestiones internas, dinos Soledad
, ¿qué nos queda ahora? De cara a la pared castigados observando como se diluye nuestro Círculo Vital llamado música". Sobre las causas de la ruptura poco o nada se ha dicho públicamente, aunque de las palabras de Pablo en MySpace puede intuirse una situación de profundo desencuentro arrastrado hasta el límite. "Qué lástima que Iván Mur y su temperamento huracanado hayan hecho que Fábula pase a la historia" —
posteó un fan en un periódico de Tenerife tras conocerse la noticia de la ruptura. Mucho más crudo resulta este otro comentario: "Es una pena, aunque Pablo tiene toda la razón" -comentaba en un sitio web alguien supuestamente conocedor de los entresijos de la banda—
"lleva mucho tiempo tirando del carro pero Iván es insoportable". Una entrevista concedida por Fábula a la web musical ritmic nos ofrece pistas sobre el rumbo de las cosas. En un momento dado de dicho encuentro, le piden a Pablo que defina la personalidad de Iván, y él dice: “Iván es una persona que tiene mucha energía y que está en el camino de utilizarla correctamente”. Y añade que “Iván es como un niño ilusionado, eso a veces es una virtud y a veces tú peor enemigo, pero la música es la terapia para todo”. Declaraciones que dejan entrever un tono algo paternalista, detrás del cual podría esconderse ante todo una queja. Y el propio Iván parece corroborar lo anterior al ser preguntado sobre Pablo: “Pablo es un fenómeno, un monstruo, un amigo y una gran persona. Yo soy como un niño y Pablo siempre ha estado allí, ha sido mi mano derecha y mi hombro, ha sido mis ojos muchas veces cuando yo estaba ciego porque he mirado con otros ojos. Es mi brazo de apoyo y mi muleta para encontrarme como persona”.
Es sólo un recurso literario, pero una "segunda lectura" del video que grabaron para el tema Alud ofrece una metáfora muy significativa a propósito del orden interno imperante en Fábula: La cámara, fija, está situada en lo alto de un semáforo, dando un plano picado y con poca luz de Iván (de increible parecido aquí con el igualmente rebelde Joachim Phoenix), que aparece fantasmagórico delante de nosotros cantando Alud, de noche, en plena calle. Suena la música. Pablo no está en escena. Por detrás de Iván circulan vehículos que se detienen cuando el semáforo lo indica, dando paso a la gente que cruza. El plano tiene cierta profundidad de campo, así que pueden adivinarse sombras al otro lado del cruce. Iván se mueve muy sensual haciendo gala de su gran magnetismo en escena. Hacia el final del tema, cuando los coches se han detenido dando paso a los peatones, vemos a Pablo surgir desde el fondo de la imagen. Atraviesa el paso de cebra y se acerca hasta donde está Iván y le toca el brazo. Iván gira la cabeza y en ese momento Pablo le hace un gesto como de “¡venga tío, vámonos, que siempre tengo que tirar de ti!”. Luego se da media vuelta y regresa sobre sus pasos antes de que el semáforo cambie. Iván sigue a su bola unos instantes más y, cuando él lo decide, echa mano de su maleta y tirando de ella camina para encontrarse con Pablo, momento en que el video concluye.
Tras la ruptura, las trayectorias de Pablo e Iván han seguido caminos muy distintos, aparcado o tal vez enterrado definitivamente el proyecto de sacar un álbum con todos los descartes de
Círculo Vital y
Crisálida, que son más de 30. Queda la página en MySpace del grupo, como museo donde ir a rememorar las hazañas musicales de Fábula, virtualmente coronadas por enlaces a artistas de la talla de Keane, Coldplay, Metallica o Greenday, que con su presencia ponen sello de calidad al universo construido por la banda tinerfeña.
Sobre el rumbo tomado por Iván Mur planea un vacío, pues hasta el momento no ha presentado ningún proyecto musical en solitario. "Quizás si cambio de camino, encontraré el fin del
Laberinto que crucé", cantaba casi premonitoriamente Iván en el tema
Laberinto. Desde febrero de 2008 tiene su propia página en MySpace, y ha realizado algunas colaboraciones, la más reciente con el crooner malagueño Toni Zenet, algo que anteriormente había hecho con el cantautor Patricio Barandarian en su trabajo
Murciélagos. Su rastro público más reciente en la red data de agosto de 2008, cuando el vocalista comentó en Youtube el vídeo de una chica en el que ésta va escuchando el tema
Vendrá mientras conduce por California, e Iván, haciendo uso de un pseudónimo
, escribió lo siguiente: "Hola soy Iván Mur y sólo quiero decir que me encanta esta iniciativa. Mientras escucho la canción y veo el trayecto en coche, es como ir contigo. ¡Gracias por hacerme recordar momentos increibles! ¡Un abrazo!". Es todo a propósito de Iván, y cabe decir que no resulta muy normal que un cantante con tanta garra y personalidad no haya rehecho su carrera en un panorama nacional siempre ávido de figuras carismáticas. Y artistas como Ivan Mur no salen todos los días.
En el caso de Pablo Cebrián, su trayectoria tras la separación ha transcurrido sin respiro, confirmando así las grandes expectativas despertadas por su capacidad multifacética. El guitarrista , que no ha dejado de escibir toneladas de canciones, ha enfocado además su enorme talento hacia la producción musical, fundando
Cinco Mas Music junto a su inseparable Ismaél Guijarro, y produciendo a artistas como María Toledo, Carmen París, Georgina, Marwan, Agustín Ramos, Idaira o Gastelo, entro otros. Sin embargo, hay otro campo creativo en el que Pablo se ha forjado un nombre: el audiovisual. Su versatilidad le ha abierto las puertas de Antena 3, componiendo sintonías para cabeceras de la mayor parte de sus programas y canales (incluidos Neox y Nova), como
Antena 3 Noticias, Cara a Cara Elecciones 2008, Espejo Público, La Ruleta de la Suerte, Champions League, etc. "Llegué casi por casualidad" —comenta Pablo en la entrevista más reciente que ha concedido— "pues a cada programa optamos casi veinte músicos en igualdad de condiciones. Cada uno presenta su trabajo y los directivos de la cadena escuchan y deciden sin saber a qué artista pertenece". Pablo comparte esa tarea con otro paisano, Julio Tejera, que cuenta en su haber con una amplia trayectoria y que había sido pianista de
Fábula.Y no parece que Pablo quiera ceñirse únicamente al medio televisivo, puesto que acaba de poner música al cortometraje
Palabras de Emilio Alonso, que es un homenaje a las víctimas del accidente JK 5022. Todo hace pensar que Pablo tiene un brillante porvenir en el medio audiovisual. En
el reportaje en cuestión, publicado en febrero de este año en el diario La Opinión de Tenerife, Pablo vuelve a dejar claro que el asunto de Fábula es ya un caso cerrado: "No hay posibilidad de recuperarlo. Iván Mur y yo hemos seguido caminos dispares". En la misma entrevista, y en relación a un posible futuro proyecto discográfico en solitario, Pablo afirma que "sé que pronto tendré ganas de subirme a un escenario", para a continuación adelantar que llegado el caso le gustaria hacerse acompañar por una voz de mujer.
El curso del tiempo hace mella en toda manifestación artística. Cambian las tendencias, surgen nuevos sonidos, aparecen otros faros musicales a los que seguir. Y tal vez todo ello juege en contra de la preservación del fenómeno "Fábula". Probablemente Pablo Cebrián continúe creando y produciendo, prevaleciendo eso al deseo de volver a subirse a un escenario. Posiblemente Iván Mur encuentre una compañía adecuada a su temperamento y eso le devuelva a su hábitat natural, los directos. Tal vez con los años "Fábula" permanezca como un recuerdo imborrable en el imaginario de una minoría. Y Sin embargo quienes acompañaron a Iván y Pablo en su aventura frustrada, seguramente seguirán teniendo la sensación de haber formado parte de un fenómeno que dejó huella.