26 agosto, 2006

Las Alas de la Vida


Carlos Cristos. Cincuenta años. Médico especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. Comentarista de salud en Radio 5 de Radio Nacional. Investigador. Músico. Patrón de Vela. Piloto de Vuelo Libre. Montañero. Inventor. Y tantas cosas más.

Como médico, Carlos ha tenido que comunicar a sus pacientes diagnósticos muy graves y acompañarlos en su enfermedad hasta el final. Pero un día el doctor Cristos se sentó al otro lado de la mesa de consulta, como paciente. Se le había diagnosticado Atrofia Sistémica Múltiple, una enfermedad degenerativa, invalidante y mortal. Con estos elementos, el director de cine Antoni P. Canet ha realizado un documental de una fuerza conmovedora. La película refleja aspectos de la vida cotidiana del doctor Cristos una vez se ha convertido en paciente, así como sus muy lúcidas reflexiones sobre la enfermedad, la vida y la forma de abordar el tema de la muerte. La aproximación de Canet es sencilla y eficaz: se limita a ser testigo del acontecer diario de la vida de Cristos, dándole voz propia, y añadiendo reflexiones de quienes están a su alrededor.

Llama poderosamente la atención la desdramatización exhibida ante una enfermedad tan dura y demoledora. A lo largo del metraje asistimos al desgaste físico y mental del doctor Cristos, asumido por él desde una actitud resignada, encarando su trance con grandes dosis de pragmatismo científico, huyendo él y los suyos de cualquier sentimentalismo, regalándonos una gran lección de vida.

Estamos ante una persona ante la encrucijada de la muerte, y observamos atónitos cómo, sin rehuirla, la mira a la cara y afronta su inminencia con serenidad y, como él mismo dice: "si es posible, con una sonrisa". El documental nos presenta a un tipo lúcido, encantador, entrañable, ocurrente, sencillo, del que no tardamos en enamorarnos como espectador. Carlos se nos mete en el bolsillo a los diez minutos de metraje, y lo hace tomándonos de la mano para que le acompañemos en su viaje final. Es consciente plenamente de la oportunidad que se le ofrece y no repara en explicaciones y reflexiones sobre su peripecia personal, la cual quiere que sirva de ejemplo, que su testimonio sirva para aclarar lagunas sobre una enfermedad que, por desconocida, aún no tiene un tratamiento. Y va más allá: propone la revisión del sistema de saluda actual, del abordaje de la muerte por parte de los profesionales, de la medicina paliativa, del encarnizamiento terapéutico, etc. Carlos defiende que el desenlace de la vida puede y debe ser confortable y, en uno de los momentos más eminentes del film, nos explica cómo quiere que sea su propio final.

La película ha obtenido el Primer Premio al Mejor Largometraje Documental en la 41ª Semana Internacional de Cine de Valladolid. Un jurado compuesto por la actriz y periodista María Casanova, la historiadora María Luisa Martínez de Salinas, y el cineasta y profesor Juan Millares, justificó su fallo en la "sensibilidad" con que el trabajo "aborda la dureza de una situación en la que el protagonista demuestra una enorme generosidad y una inteligencia que van a la par con el talento cinematográfico del realizador", quien a su juicio invita a la reflexión sobre el sufimiento, el dolor y la dignidad.

Recientemente, el film ha recibido el Premio Valores Humanos "José Couso y Julio Anguita Parrado" 2007, que concede el Festival de Cine y de la Imagen de Fuentes de Ebro en memoria de los dos periodistas españoles asesinados en Irak. Con este galardón el festival aragonés premia los guiones con tema social o aquellos documentales que denuncien la injusticia y/o promuevan la solidaridad. El jurado ha reconocido un documental “que nos habla de la vida, de la riqueza y la coherencia vital de una persona en la antesala de su muerte”, señalando “las pocas veces que se ha visto en una pantalla tanta humanidad y sinceridad”. Asimismo el jurado ha destacado el esfuerzo de su protagonista, Carlos Cristos, quien “es capaz de darnos una lección para la vida”, y ha subrayado también la labor del director, Antoni P. Canet, y de su equipo “por la sensibilidad, valentía y humanidad que han demostrado en esta película”.

Las Alas de la Vida

5 comentarios :

Fuego Fatuo dijo...

Muchos sentimos estar muertos en vida,
vivimos la muerte en cada instante,
somos conscientes de aproximarnos a ella cada vez que respiramos,
dejamos atrás las cosas que daban sentido a nuestras vidas...

Anónimo dijo...

Para aquellos que desean saber del síndrome de Shy Drager, pueden ver este recurso:
Shy Drager Review

Es una explicación sencilla del síndrome de Shy Drager.

Anónimo dijo...

Me alegro mucho del merecido premio que han recibido… premio tmb por darnos a conocer la triste situación de este médico, expuesta desde el optimismo y la fuerza.
Es increíble, que en esta difícil situación, Carlos tenga ese tesón de lucha a contracorriente, para lograr sentirse satisfecho con su “vida” de una forma intensa y sobre todo propia.
Lo óptimo sería que en cualquier situación, valorásemos permanentemente todas las características que nos muestra la vida, pero desgraciadamente no todos tenemos la misma fuerza que Carlos…gracias Carlos por hacernos partícipes de tu vida y gracias por tu ejemplo de valentía…
Besos.

Yokas_s@hotmail.com

Anónimo dijo...

No se cuando sucedio eso, ni donde fue... pero asumo que debe haber sido una gran experiencia para los que participaron.

Asi que vengo a dejar un saludo por acá y espero que estes bien.-

Anónimo dijo...

Hay que felicitar al autor por este premio y al protagonista - cuya historia he leído en tu blog - por dar una lección de vida. En cuanto la estrenen, no faltaré a verla. Gracias por la noticia, ignatius.