02 septiembre, 2006

La versión de Joyce Maynard


Joyce Maynard, de 53 años, la autora de To die for, cuya plasmación al cine lanzó a Nicole Kidman, es sin embargo conocida en todo el mundo por haber sido la jovencita que cautivó al mismísimo J.D.Salinger. Todo empezó en 1971, Maynard estudiaba en la Universidad de Yale y escribía artículos con sólo dieciocho años. Uno de ellos –An eighteen year old looks back on life-, fue publicado por el New York Times Magazine, con una gran repercusión. Entonces Maynard recibió una carta de Salinger, de 53 años, en la cual le felicitaba y le advertía de los peligros de la fama. La carta fue correspondida por la joven, que poco después visitó al gran escritor en su casa de Cornish, New Hampshire. Maynard dejó la universidad y se quedó a vivir allí durante diez intensos meses. Luego, Salinger se cansó de ella y la rechazó con desprecio. Se separaron para siempre.

Es conocido el recelo del consagrado autor de El guardián entre el centeno a compartir cualquier detalle sobre su vida. Durante 40 años, los mismos que lleva sin publicar una sola línea, su imagen no ha aparecido en ningún medio de comunicación, ni siquiera en las tapas de sus libros por indicación suya. Apenas se sabe nada de su vida e incluso hay quien duda de que esté vivo.

Durante mucho tiempo Maynard rehusó hablar del asunto “Salinger” pero en 1998 publicó
Mi Verdad, autobiografía en la que daba su versión de lo sucedido con J.D.Salinger, dejando en muy mal lugar al que había sido su mentor. Para colmo, decidió vender las cartas privadas que el escritor le había enviado a lo largo de su relación por 125.000 dólares, entonces dijo que por motivos económicos. Eso desató las iras de los seguidores del novelista, hasta el extremo de que el Creador del Antivirus Norton, Peter Norton, fanático del escritor, decidió comprar las famosas cartas para devolvérselas a su propietario.

-Joyce, usted un buen día destapó la caja de los truenos hablando públicamente de J.D.Salinger, el escritor que había sido su ídolo…
-Después de mucho tiempo callada, necesitaba poner las cosas en su sitio.
-Salinger permanece recluido desde hace muchos años sin querer hablar con la prensa, que alguien ofrezca datos de su vida debe de valer mucho dinero…
-Fue lo que pensaron en su momento, aunque lo que me impulsó a hacerlo fue poner la verdad en su sitio. Necesitaba dar un sentido a mi vida. Una vez Salinger me despachó, pasé mucho tiempo en silencio, por fidelidad por una parte, y por miedo por otra. Miedo verdadero a convertirme en el blanco de su ira.
-¿Es cierto que con 18 años usted lo dejó todo para ser la amante de un hombre que la apartó del mundo, así ve usted lo sucedido?
-Ese hombre cambió y marcó mi vida de tal forma que no me he sentido libre hasta que he escrito ese libro. Para mí fue un poco como una muerte. He pasado muchos años bajo el yugo de la sombra de la persona a la que más he admirado en mi vida, más que a ninguna otra. Cuando ya no estaba con él, he seguido creyendo mucho tiempo que sus actitudes y sus pensamientos eran los válidos. He sentido la opresión de su censura silenciosa sobre cada uno de mis actos. Necesitaba liberarme de ello.
-Siempre se refiere a él como “ese hombre”… ¿tanto odio siente por él?
-Ahora sólo siento indiferencia.
-¿Cómo consiguió Salinger digamos “captarla”?
-Se presentó ante mí como mi alma gemela. Me dijo que era el poseedor de toda la sabiduría y le creí.
-¿Y cómo era en realidad?
-No era más que un neurótico, obsesionado con cuidar su salud, además de hablar mal de todo y de todos.
-¿Por qué diablos decidió en 1997 presentarse en su casa antes de publicar el libro sobre él?
-Fui porque me había bloqueado, y al verle supe que la razón era el terror a ese hombre poderoso...
-¿Cómo reaccionó él?
-Volvió a demostrarme el mismo desprecio que entonces.
-¿Y usted que conclusión extrajo del breve encuentro?
-Ya no me pareció sino un amargado, cruel, viejo, triste, trágico… Entonces supe que todo había terminado.
-A raíz de la publicación de sus cartas, usted supo que hubo otras mujeres en la vida de J.D….
-Es un hombre que ha pasado su vida obsesionado con la juventud y las chicas jóvenes.
-Su libro fue el blanco de todas las críticas, incluso se la comparó con Monica Lewinsky. No le parece que eso significa que Salinger es un escritor muy apreciado en todo el mundo...
-Me mostraron como una depredadora. Es triste para las mujeres que tengamos que callar si por hablar de alguien poderoso podemos turbarle.
-En el libro usted desgrana con todo tipo de detalles la crueldad y humillación a la que, según usted, Salinger le sometió, sin embargo, hay quien considera su relato banal y oportunista…
-Que cada uno saque su propia conclusión. Yo me he limitado a escribir mi verdad. Si ese hombre quiere escribir un libro, que lo haga. Seguro que se lo publican.

6 comentarios :

Anónimo dijo...

Hola.Muy interesante tu artículo.A mí no me gustaría estar con un hombre muchísimo mayor que yo.No sé quizás ahora diga esto pero, luego me enamoro de un hombre así.¿Quién sabe? Dicen que el amor no tiene edad.Encima estar con un hombre que te desprecie y te humille. En fin, dentro de cada persona fluye un mundo diferente, cada persona es un mundo.

Gracias por tu visita.Te agrego a mis links

Un beso virtual.

Flor dijo...

disturbed

saludos para ti

Esther dijo...

A veces los famosos hacen cualquier cosa con tal de ganar dinero o armar un escándalo y hacerse de notar; no les importa pisotear a otras personas y estropear su imágen, lo que me parece realmente repugnante, al igual que vayan paseándose de programa en programa sacando sus trapos sucios o los de otros y cobrando exclusivas por ello y, nosotros muchas veces miramos esos programas expectantes, o compramos las revistas de cotilleos¿ qué nos puede importar lo que haga Fulanito o Menganita? Otras veces, los criticamos pero, no nos damos cuenta que nosotros somos los que les estamos dando de comer.
Pero, esto es misterioso; la actitud de ella es la típica de una persona así pero ¿ por qué él se esconde de esa manera? ¿ Quizás sea por que se ha convertido en un hombre huraño y malhumorado?
No sé lo que pensar...

Un saludito.

Gildos dijo...

Los famosos son todos unos pedorros. Van como las ovejas, lo que hace uno hacen todos.
La historia ha sido muy amena y entretenida.

Saludos cordiales.

Anónimo dijo...

Gracias por visitar mi blog, Ignatius, yo ahora le estoy dando una ojeada al tuyo. Saludos

Gir dijo...

ok, ya leí el arranque de tu historia...se perfila muy bien...actualiza pronto..