06 septiembre, 2006

¿Me borrarías de tu memoria?


Has usado el comodín, vida,
y como si fuera un mal recuerdo
me has borrado de tu memoria.
Puedo pensarte, sentirte, olerte,
tu en cambio no te percatas de mí
como si no me hubieras conocido.
Tu huella sigue viva en mí,
la mía te ha sido arrancada.
Renaces en busca de la felicidad,
la misma por la que yo muero .
Tan solo tengo un comodín,
que de usar borraría de mí
lo que me queda de ti.
***









"El brillo eterno de la mente inmaculada" (Eternal sunshine of the spotless mind), una cita tomada de un poema de Alexander Pope, en el que se hace referencia a la plena felicidad alcanzada en una vida sin recuerdos dolorosos.


Imaginemos un futuro en el que tecnológicamente fuera posible borrar de nuestra memoria todo aquello que quisiéramos. Una suerte de borrado selectivo de las pistas de un disco duro, relacionadas con aconteceres del pasado que nos generen dolor por la razón que sea.










En una aplicación consentida de la técnica -dejando a un lado los usos perversos de la misma (reflejados por Jonathan Demme en su película El mensajero del miedo)-, correspondería al individuo decidir qué determinación tomar, valorando el posible alcance de semejante práctica: ¿Eliminar personas?, ¿eliminar hechos dolorosos?, ¿eliminar conocimientos adquiridos?, ¿eliminar momentos felices para vivirlos otra vez?, ¿eliminar todo?, ¿no eliminar nada? Borrando de nuestra memoria esos recuerdos... ¿no perderíamos más al hacerlo? ¿No forman parte esas cicatrices del "adn" de nuestro carácter? ¿No perjuicaría a nuestra personalidad la falta de esos recuerdos? Y puestos a modificar, ¿por qué no añadir también información a nuestra memoria? Sin duda estamos ante un asunto polémico...
¿TÚ QUÉ HARÍAS?










OLVIDATE DE MI
Una película de Michael Gondry, basada en un guión original de Charlie Kaufman

















Joel y Clementine se habían conocido en un vagón de tren. Un cruce de miradas había bastado para que la chispa saltara entre ellos, aunque son muy distintos el uno del otro. Él es extremadamente introvertido y le cuesta articular palabra, mientras que ella es un volcán en erupción, impulsiva y de comportamiento extravagante. El caso es que conectan y se hacen inseparables por unos años.


Un día Joel recibe la noticia de que Clementine le ha dejado, suponemos que como resultado de una situación insostenible a ojos de ella. Pasan los años y Joel siente que, pese a los momentos amargos vividos, debería volver a intentarlo con Clementine. Pero al ir a buscarla al trabajo se encuentra con que ella tiene otro novio, y que además actúa como si no le conociera de nada.

La casualidad hace que caiga en manos de Joel una carta dirigida a su ex-novia. En ella, el Dr. Mierzwiac le rinde cuentas a Clementine del proceso que le ha practicado a petición suya, recordándole que la operación tiene carácter irreversible y que tal hecho debe permanecer en el mayor de los secretos. La carta detalla que la operación tuvo por objeto borrar de la memoria de Clementine todo rastro de Joel así como de su relación afectiva, haciendo tabla rasa, y permitiendo que Clementine siguiera con su vida sin el más mínimo recuerdo de aquella relación.


Desesperado por las consecuencias del hallazgo, Joel acude al Dr. Mierzwiac para que le practique la misma operación, borrando así a Clementine de su memoria. Sin embargo, durante el proceso de borrado selectivo de recuerdos, Joel descubre que hay recuerdos que no se borran debido a su gran amor por Clementine. Desde lo más profundo de su cerebro, intenta frenar el proceso que, de culminar, haría que Clementine no existiera nunca más para él...

11 comentarios :

María Esquitin dijo...

Yo nunca borraría nada de mi. Si lo hiciera, dejaría de ser yo, no sería como soy ahora. Me gustan mis cicatrices, me recuerdan quien soy.

Esther dijo...

Si te digo la verdad, a mi no me gustaría que eliminaran de mi mente ningún recuerdo, por muy malo o doloroso que fuera; pienso que cada uno tenemos una historia y ¿ Qué constituye la historia de nuestra vida? nuestros recuerdos íntegros.Lo que hacemos a lo largo de la vida, es en lo que nos vamos convirtiendo, es lo que vamos siendo. Creo que lo que habría y hay que hacer con los recuerdos malos, es simplemente aprender a convivir con ellos o, separarlos de otros mejores y no rebuscar demasiado en ellos. Sólo así, seremos un poquito más felices.

Un besito. Te seguiré leyendo, me ha encantado este post.

Anónimo dijo...

Claro que me quitaría los malos recuerdos de la memoria si pudiera.Yo no necesito quitarme malos recuerdos; no tengo ningún malo recuerdo.De todas formas, ésto es ficción,los recuerdos normalmente no se borran de nuestra memoria así de repente.A no ser que tengas o hayas tenido alguna enfermedad o accidente que te impida recordar, o haya pasado mucho tiempo.En éstos casos sí que se pueden borrar pero, no cuando éstos son recientes.

Que triste es cuando una persona en la que siempre piensas y tienes interes, ella no piense en ti ni tenga el mismo interés por ti que tú tienes por ella.

Buen escrito.Te felicito.

Besos.

flor dijo...

Recurrentemente pienso en todo lo que tiene que ver con recuerdos...

Si me lo preguntás, creo que no borraría nada. Por muy doloroso que haya sido es parte de lo que soy hoy, y deseo que siga siéndolo.

Tendrás que disculparme pero saltié la reseña de la peli. Me dijeron que es muy buena y no quiero enterarme de qué trata o como termina, jaja...

Un saludo!!! Y te espero nuevamente por mi blog.

Gir dijo...

...esa pelicula me encantó cuando la vi, y de usar ese método tecnológico, lo haría no para borrar, sino para que escarbaran de mi memoria cosas que he olvidado, y que en este caso provocó que el recordara porque se enamoró de ella y notara que valía la pena recuperarla..
...suele pasar, solo recordamos lo que nos lastimó, pero no los bienes recibidos....quiero una reorganización de mis recuerdos!!

Inés dijo...

Qué bueno tu blog, qué interesante, vine aquí por María Esquintín, y estoy encantada, la verdad. Seguiré leyéndote.
Enhorabuena.

EXCLUSIVA- TEL.2076.6111 dijo...

HOLA IGNATIUSMISMO!!, HE VISTO TU PASO POR MI BLOG, MUCHAS GRACIAS!!, AHORA LE AGREGUE AUDIO ASI QUE SI QUIERES ESCUCHAR EL BANDONEON....
YA VOLVERE A PASAR POR AQUI, DESPUES DE HABER LEIDO TU BLOG, NO HE TENIDO MUCHO TIEMPO, Y LA P.C. ANDA MAL.
NO SE DE DONDE ERES, BUENO, NOS COMUNICAMOS, Y NUEVAMENTE, GRACIAS.

Anónimo dijo...

Has tocado un tema muy controvertido…pero yo estaría a favor del borrado selectivo, pero siempre en casos extremos…
Eliminando a esas personas que han sido causantes de un gran daño, por que quieras o no quieras repercuten en tu forma de vivir la vida. Las experiencias traumáticas siempre bloquean en cierta medida los futuros actos de tu existencia y si pudiera ser así de fácil olvidarlos, sería estupendo olvidar lo que no merece la pena…
Aunque he leído, que según últimos estudios, los científicos aseguran que para el cerebro algunos hechos dolorosos son más difíciles de codificar y que por tanto de recuperar el pasado…Mejor!!!
Besos.

Paula García dijo...

Borraría quizás los momentos más felices de mi vida para intentar vivirlos nuevamente... quizás no, emmmm no sé... puede ser peligroso...

Anónimo dijo...

Yo si pudiese me pasaba el borrador una vez al mes, se forraban seguro :)
El único problema es que te ibas a cansar de repetir los mismos errores, pero vivir sin conciencia es un privilegio.

Anónimo dijo...

quizás lo mejor de la peli sea el título, la chica (maravillosa) y el nombre, Joel, me encanta ese nombre
a mitad se vuelve repetitiva y se embrolla demasiado, eso al menos creo yo.

respecto a olvidar, es de cobardes, cobardes!, estoy cansadísimo de todos ellos, dónde están los héroes hoy en día?! :D

5 de 5 tu blog, congratulaciones